La instalación de tarima maciza es un proceso detallado que demanda habilidades especializadas y un profundo conocimiento técnico. Incluye una serie de etapas clave que comienzan con la preparación del suelo, asegurando que esté nivelado y limpio para recibir la tarima. Posteriormente, se procede a la instalación de la tarima, que puede realizarse clavando las tablas al suelo o pegándolas, dependiendo de las preferencias y necesidades del cliente.

Una vez colocada la tarima, se lleva a cabo el pulido de la superficie para eliminar imperfecciones y lograr un acabado suave y uniforme. Luego, se aplica el barniz para proteger la madera de la humedad y el desgaste, así como para resaltar su color y textura natural. Además, se pueden agregar acabados especiales, como aceites o ceras, para realzar la belleza de la madera y darle un toque personalizado.